La fotografía artística, otrora pensada a modo alternativo para el dibujo y la pintura, es decir, como una ayuda para el arte, es considerada hoy, un arte autónomo.
A más, como ciencia y experiencia humana, evolucionó con éstas, en caminos paralelos. Consiguió convertirse en un medio de expresión atractivo, coincidiendo además su
desarrollo, con el apogeo del Realismo en la pintura y literatura, etc.:”… la fotografía artística es totalmente subjetiva… susceptible de combinarse con otros elementos para
conseguir una forma de composición artística, o para la experimentación estética.”
Son estas inquietudes las que nos llevaron a entrevistar al Dr. Rafael Oliva, Médico Veterinario, residente en Unquillo, Provincia de Córdoba, cuando nos enteramos que se
dedicaba entre otras preferencias afines, a esta condición de fotografía.
¿Cómo fue que se interesó en esta temática?
“Cuando tenía 14 años de edad, me enamoré de una niña a la que nunca agradé realmente, y con ella inicié un curso sobre este tópico. Allí fui… Quién diría, mientras yo
terminé el curso, ella no…”
“También me sentí movilizado viendo la labor de mi hermana María Victoria, de 43 años que vive en Madrid, quien es una periodista brillante. Utiliza por lo general
sus propias imágenes para los artículos que escribe y además tiene una Web sobre la materia”…
“ En esta misma disposición, mi padre, aunque era Ingeniero Civil, fue un excelente fotógrafo por afición…”
Rafael comenzó en el año 1971, con una cámara Pentax familiar.
Se especializa en fotografías en “blanco y negro” y realiza la tarea de revelación del producto obtenido (laboratorio) por sí mismo. Considera que su gran estímulo para
esta labor es “su ansiedad”: “Entre que disparo la cámara y veo la ampliación de la copia, me mantengo tenso… Necesito corroborar si se refleja lo que he visto”…
Su evolución ha tenido que ver con la observación de trabajos de los pioneros en la historia de esta actividad…
Por ejemplo menciona dos franceses entre otros:
Henri Cartier-Bresson, (1908-2004) quien poseía una capacidad única para capturar el momento efímero en que la importancia del tema se da a conocer en la forma,
el contenido y la expresión; llamándole el “momento decisivo”. Además, fue el primer fotógrafo en exhibir en el museo del Louvre, en París.
Luego, Robert Doisneau (1912-1994), “el ojo cazador que tomaría ese momento que no se vuelve a repetir” y fuera memorable entre otras composiciones, como "El beso" (1950), que muestra a una pareja besándose en una calle de París. Estos nombres son célebres entre muchos otros que edificaron esta historia…
“Me considero un collage de pedacitos de todos los artistas que se han distinguido en esta temática, a quienes he estudiado con devoción….”
“Captar ese momento irrepetible… Si no lo fotografiara, seguramente lo olvidaría con el paso del tiempo… quizás recordaría el conjunto general, pero olvidaría esos
pequeños detalles que hacen a la esencia de una circunstancia dada”
“Una fotografía se transforma en algo fantástico: Es un momento… No muestra nada y muestra todo…”
“Debo admitir que una buena cuota del –ego- está presente en mi ansiedad:
Que impacte…¡Lo logré! ¡Llegué al otro!...Lo que hice no fue en vano.
Otra persona lo aprobó; le he hecho una bien pues le trasmití –algo-!”
"En esta toma, mis hijos están jugando con el -regador-del jardín. Como la obtuve a contraluz, una técnica,
que no permite en este caso ver el rostro ni qué están haciendo, sólo se observa la silueta...
Sin embargo, dice quiénes son en esencia y con su actitud y postura reflejan alegría. Los pequeños detalles te cuentan mucho..."
“Me considero un ser sensible y busco herramientas para disfrutar esa cualidad… eso puede resultar positivo o negativo, y la fotografía me alegra…”
La esencia de su labor se basa en el “retrato o circunstancia ambientada”, donde se muestra al personaje o evento, con un rasgo propio que lo distingue.
Se trata de amalgamar la técnica, la composición y un tema en particular. Para ello “juega” con los oficios; por ejemplo captar un pintor en su taller o un herrero
en la fragua… Mostrar la sensibilidad del momento, el gesto, la dedicación y el amor por lo que hace.
“Un retrato… en el rostro y el entorno que le rodea, muestra la vida de alguien. Permite ingresar en sus aspectos espirituales, cuáles son sus gustos… el resto, queda en
el imaginario del espectador…” “El pedazo de papel no permite oír su discurso…creo que de alguna manera, ese discurso, uno finalmente, -es lo que pretende trasmitir-”
Es sorprendente y no tanto, cómo en este hombre, junto a esta sustancia estética exquisita, creció en el amor hacia la vida cotidiana… En este caso, por los animales:
“…fueron mi elección. Me gustó la medicina, el arte de curar… poder cambiar una historia desde la enfermedad a la salud… Estos seres me agradan muchísimo:
Nunca –pasan una factura-, perdonan los errores, la ignorancia. Son –grandes perdonadores-; mucho más fieles que los humanos… por lo general no atacan,
se defienden…agradecen la honestidad”
“Me involucro mucho con ellos y eso me desgasta…me sacan un pedazo de corteza, –hago lo que puedo-… a veces cuando están demasiado enfermos, uno se niega
a que tengan que morir, se forja una amistad, un vínculo… este involucrarse genera mucha tristeza y en algún momento, -juega- en contra”
Héctor Rafael Oliva, nació en Córdoba Capital (Argentina), el 5 de febrero de 1969.
Muestra una exquisita sensibilidad hacia los animales… Lo conocí, al llamarlo para que atendiera mi mascota. Me cautivó la ternura y compresión que le prodigó… A pesar que las medidas terapéuticas aplicadas, causaron algún dolor a mi perrito…éste, -sabía- de alguna manera, era para su bien y se quedaba entre las manos del médico, sin tratar de escabullirse. A más, en las siguientes visitas iba a su encuentro…
Grande fue mi sorpresa cuando me comentaron que, Rafael asimismo, se dedicaba a la fotografía artística y ha participado en varias exposiciones en las cuales ha sido premiado..
Entonces llego a comprender, que las almas sensibles a las manifestaciones de las esencias de otras almas, pueden expandirse en abanico a infinitas posibilidades de expresión…
Pero el camino será siempre el mismo… Este es: El amor.
