Una ventana a la Vida

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Vanina, cuenta con 18 años de edad, vive en Capital Federal (Provincia de Buenos Aires) (Argentina) y es amante de la Filosofía, las Artes y la Música.

E mail:
vanchu_182@hotmail.com

 

Mi sentir en cuanto a TI, mi hermana.


Siento tantas cosas… Siento el haberte incitado a que busques una mejor hermana.

Puede que algún día la encuentres, pero, ¿sabes qué? No sería yo (tu hermana).

Y eso, lo digo porque nunca me caracterizó la humildad, y porque es cierto.

También siento que, algún día, nos unirán demasiado la vida y la muerte y que, como hermanas que somos, nos veremos obligadas a necesitarnos, y a querernos.
Que las más temibles cercanías no nos acerquen demasiado (¡que no nos ahoguen!), ni que las más largas distancias no nos separen (¡que no mueran las hermanas!).
Seamos y estemos.

Más bien, que Dios y nuestra unión se encarguen del resto…

Con amor,

Van*

De caminante a caminante

A partir de hoy, has de comenzar esta nueva etapa en tu vida.
No temas. Mejor dicho, ¡teme! Porque ésos pueden decir lo que quieran, pero no es mentira que todo lo que hasta ahora conociste va hacia arriba.

Encontrarás con quien compartir tus intereses y tus tristezas.

Aprende a mezclarte con el grupo, así como a reconocerte única, y a respetar tu camino.
Ante todo obstáculo, sentirás nerviosismo y ansiedad, pero en el fondo de tu corazón sabrás que siempre me encontrarás, y que siempre estaré contigo.

Recuerda que el abrazo reconforta y que el perdón libera.
Pero también que el rencor tiñe de negro las almas,
Y que el resentimiento no es más que alimento para los cuervos del corazón, el de aquél que otro hiriera.

Disfrútalo todo; incluso aquello que por ninguna razón se pueda disfrutar. La incertidumbre, y hasta la inmensidad del vacío aquél. Porque, algún día no muy lejano, todo se transformará en memorias dignas para amar y recordar.

Porque, aunque no estoy del todo segura, siento la necesidad de creer que todo va a estar bien. Eso, querida hermana, es la fe. Y eso, hermana mía, es a lo que me quiero aferrar.

GRACIAS por la paciencia y por el cariño.
GRACIAS por lo parecido y lo distinto.
Simplemente, gracias…

 

Preguntas...


¿Qué es lo que pasa en la vida de una persona, que hace que pueda ser exitosa, o que pueda caer en un abismo?

¿Qué hace que alguien sea feliz, o deje de serlo?

¿Qué me hace bien? ¿Qué me permite disfrutar?

¿Cómo puedo saber si estoy viviendo mi vida, en función de lo que realmente quiero?

¿Cómo elegir a la persona correcta para emprender la tarea de formar una familia?

¿Cómo superar la muerte? ¿Cómo superar el miedo a la muerte?

¿Cómo sonreír ante aquello que nos hace llorar?

¿Cómo saber hasta cuándo uno debe vivir situaciones que nos dañan, antes de decir “adiós”?

¿Cómo crecer, cambiar y sembrar para nuestro propio bien, y para el bien del otro?

¿Cómo ayudarme? ¿Cómo ayudar?

¿Cómo es posible vivir “solo en la vida”?

¿Cómo no dejar quien soy?

¿Cómo se quiere bien? ¿Y cómo se quiere mal?

¿Qué hace que alguien bueno se vuelva malo? ¿Y viceversa?

¿Cómo proyectarme en el futuro, siendo soñadora, así como realista?

¿Qué me da seguridad?

¿Volveré a tener tiempo de preguntarme estas mismas cosas algún día…?

. . .

El miedo descansa sobre su cuerpo.

Respirando profundamente, inunda su interior con una roja desesperanza.
En algunos momentos podría jurar que es él quien respira en su lugar, contaminando
cada vez más su alma.
Otras veces la lleva a caminar por los lugares más oscuros de su esencia, mostrándole cuán ruin puede serlo todo.
La parálisis de sentirlo cerca no la deja enfrentarlo.
Se congela junto al tiempo frente a sus ojos y se promete que pronto volverá a dormir.

Él o ella, en realidad no importa…

La imagen de un Dios imaginario huye sin darle más que un abrazo invisible.
Pero ella se lastima pensando que su Padre no debería estar tan lejos, sino que podría alumbrar con su calor la luz agonizante de sus sueños.
Al menos la "soledad "la acompaña en aquellas noches de soledad.
Imagina otras personas y otros abrazos.
Pero no hay nada útil para calmar su intranquilidad.

Ni siquiera los tranquilos pueden arrullarla en su cama de espinas…

De pronto, la sombra de una ilusión se muestra con una sonrisa en su rostro,
y mágicamente se ilumina su habitación.
Decide levantarse y emprender, otra vez, el camino que muchas veces
había querido abandonar.

En sus ojos se reflejan dos espejos.

En ellos, sus recuerdos.
Su Madre, envuelta en un sol negro, llueve junto a un testamento arrugado
y nubes de gritos.
Como rayos de esperanza, algunos amigos le regalan un paraguas de color verde, mientras que desde la distancia, una hermana menor le enseña a caminar distinto…

Su cuerpo flota en el aire, como queriendo soltar algo más pesado que él.
Esa sustancia se impone, poderosa, y transita sus venas junto a su sangre,
ahora temblorosa.
La sensación de sentirse ajena a sí misma se sienta a almorzar con ella
todos los mediodías, intimidando su difícilmente lograda paz.

A veces ella le regala poesía, pero ella no la entiende…

. . .

 

Pensamiento

Tómate el tiempo necesario para recomponerte.
Para subir, hay que bajar.
Para expandirse y ser todo, hay que recluirse y ser nada.
Para no hacer algo, hay que hacerlo.. ¿Lo ves?

 

. . .

A mi madre...

 

Tan sólo mírenla un instante.

¿Saben qué siento?

Orgullo.

Orgullo porque me trajo al mundo.
Y aunque ella diga que no es así, yo soy lo que soy, y eso se lo debo a ella.

Orgullo porque ella me da cada día el mejor regalo que pude darme: ser ella misma;

Orgullo porque sé que su amor es puro. Lo es a tal magnitud, que podría derretir la roca más dura del universo;

Orgullo porque me hace llorar, me hace reír, me hace aprender, me hace disfrutar;

Orgullo porque me enseña, me educa, me limita, me contiene, me cuida;

Yo siento orgullo. Ahora bien, el resto debería sentirse:
- Gozoso de conocerla;
- Animado si trata con ella;
- Divertido si le cuenta uno de sus chistes;
- Contento si ella lo tiene en cuenta;
- Dichoso si ella le dedica una buena conversación;
- Afortunado si a ella lo une un lazo de amistad;
- Satisfecho si es capaz de mantenerlo (al lazo de amistad);
- Feliz si ella decide darle un espacio especial en su vida;
- Desdichado si la pierde;
- Iluminado si tan sólo lo mira un instante…

Cuando me convierta en una puerta...

Tal vez esto sea lo más común del mundo. Algo así como lo del taxista....
Pero esta vez proviene de dos compañeros míos.
Dos almas que hoy alumbraron increíblemente mi camino, y la forma de verme a mí misma, y a mi vida.

Hoy tuve clases. Terminé más temprano.
Lo único que quería era irme a dormir; estaba cansada, porque había estudiado mucho las noches anteriores. Realmente necesitaba dormir...

Un compañero (Le decimos "Postre" por el apellido) me ofreció
que almorzáramos juntos. Salíamos al mediodía. Le dije que "sí".
Volviendo a casa, me di cuenta de lo que dos letras pueden hacer por nosotros...

Fuimos un amiga ("Michi"), Postre y yo. No sé cómo nos pusimos a hablar de un hippismo que inventamos. De hippismo, no tiene nada, pero le decimos así para entenderlo entre todos.
Ese que sienten pocos, cuando simplemente son felices.
No se atan a nada ni a nadie, son libres, y disfrutan de cada instante,
y lo guardan de tal manera que ellos lo sienten eterno.

Me di cuenta que yo voy tras eso.
Me di cuenta de que hoy sufro porque no soy lo
que se espera de mí, ni lo que "debo ser". No fumo, no tomo.
Soy yo, libre de todo mal.
Soy libre; libre y feliz.

Cuando aprenda que, lo que "debería ser" no existe,
sino que uno lo crea en su mente, dejaré de sufrir.

Michi, en la última hora, me dijo:
"Cuando uno sabe lo que está buscando,
simplemente sigue el camino que lo lleva a lo buscado.
¿Vos sabés qué es lo que estás buscando"? Contesté que no.

Era verdad, hasta el almuerzo de hoy.

Ahora sé qué busco: se trata de aquello que ellos me enseñaron;
a ser un espíritu libre, a ser feliz, no a costa de otros, pero tampoco a costa mía;
disfrutar de un café tanto como de un abrazo...

Todo en la vida es importante, y cada paso es el puente hacia otro paso,
¿porqué desvalorizar a cualquiera de ellos?..

Hoy sufro por esto.

Sufro, pero porque estoy aprendiendo a convivir con un vacío que se instaló
en mí hace ya unos años.

Cuando me convierta en una puerta,
cuando le permita a este vacío atravesarme,
seré parte del todo.

Seré pura felicidad, pura bienaventuranza.

Aprendí, con su ejemplo, que a pesar de que somos pocos
(y si somos muchos, nunca lo sabremos), pero somos, y hay algo que nos une,
y que en algún momento de nuestras vidas nos une, físicamente hablando.

Tambien me enseñaron que uno no tiene que ser feliz por alguna razón,
sino que uno tiene que ser feliz porque es.

Y eso es todo.

YO SOY.

Y por ello soy feliz.

Dios quiera que lo que recién dije no sea arrastrado por el viento,
sino que me acompañe y los acompañe siempre..

Postre, Michi, y Él sabe quién más, me son enviados para aprender mucho.
Él solo sabe a quién, cuándo, y cómo.
Sólo es cuestion de estar atento, y mirar.
¡Imagínate todos los maestros que conocemos, y no nos damos cuenta de ello!

Todo eso, por un simple "sí".

Yo creo que detrás de todo, está Dios.

 

Un viernes especial...


Ayer me invitaron a la casa de un amigo del novio de una muy amiga mía.
Como era medio tarde, decidí pedirme un taxi. Estaba desesperada; pensaba que iba a llegar tarde. Cuando llamo, me dicen que hay de 10 a 20 minutos de demora. Pese a eso, le dije a la chica que me atendió: "Está bien, pero por favor, que el taxi no tarde más de 15 (hice el promedio, jaja!)". "No, no más de 15", me contestó ella.
Corro de acá para alla, intentando secarme el pelo, vestirme y pintarme al mismo tiempo, cuando, repentinamente, tocan el timbre: había venido el taxi. No es algo para nada interesante, lo sé, pero sigan leyendo...
Escucho "Sí, el taxi" por el teléfono del portero. A eso, respondí que bajaba enseguida. El taxista resultó ser un negro muy pintón (así se llamó el reiteradas veces: "negro") de unos 40 años. Al principio estaba muy callado; esperaba que le diga hacia dónde quería ir. Le di la dirección, y así comenzó el viaje.
-"¿No hay mucho tráfico a esta hora, no?" Le dije, para decir algo. De paso le simpatizaba y no intentaba "nada extraño" (soy desconfiada: no sé quién es!!)
- "Y, mirá, es la hora pico", responde él. A partir de ahí, comenzamos a hablar, cuando un auto casi toca el suyo.
- "Cómo se nota que nunca te pegó un negro", dijo algo irritado. Me miró.
- "Yo no digo nada..." No sabía qué tipo de reacción podía llegar a tener.
- "Quedate tranquila, es un ratito nada más; ¿ves? Ya está".
Después de eso, empieza a elogiarme. Mientras, yo pensaba "Dios mío, que no sea un pervertido.." (Imagínense lo que decía para que haya llegado a pensar eso, jaja! No era nada terrible, pero no había "confianza").
Minutos después, me dice:
- "Siento que te bloqueás, que no te dejás ser".
¡¡No se imaginan mi cara de asombro!! Continuó diciendo:
- "Sos una chica muy joven para tener problemas (a todo esto, les aclaro que tengo 17 años) y encima sos alta, grandota y pelirroja!" Seguramente por la luz tenue del coche, no vio que soy rubia, pero yo no tenía intención alguna de interrumpirlo: estaba describiendo el problema más grande de mi vida...
- "La esposa de un amigo es alta y grandota como vos, ¿¡Y TE PENSÁS QUE TIENE ALGÚN COMPLEJO!?"
Yo le había dicho que no me sentía cómoda frente al resto, porque ahora todos viene bajitos, flaquitos, y chiquititos, y, aunque no soy muy gorda, lo soy más que todos ellos.

-"Mirá. Sos demasiado "mina" para todos los "boludos" que dan vueltas por ahí. En este momento de tu vida, no vas a vivir nada demasiado especial con nadie, porque sos joven todavía. Esperá a crecer, esperá a que llegue un tipo que -te mueva el piso-..."
Todo lo decía como si me conociera desde chiquitita. A todo eso, no sabía qué decir. ¡¡Era un taxista!! ¡¡No lo conocía y él me hablaba como si supiera quién era, antes de haberme visto!! Nadie me habló nunca de esa forma.
-"Todos esos "boludos" no saben quién sos, no ven quién sos. Vos esperá. Aflojate, dejá que tu personalidad fluja. Tenés 17, pero si tuvieras 21, yo te hubiese pedido matrimonio! Mirate!" (Ahora con más delicadeza, volvió a elogiarme)
- "Vos tenés que ir por la vida orgullosa de ser quien sos. Yo soy negro. ¡¡SOY NEGRO!! ¿Y? Si a alguien le molesta, es problema de ese alguien. Yo voy contento por la vida, y aunque haya hecho fierron 11 años, y así como me ves, no o creés, no me importa. Yo no soy mi cuerpo. Vos sos alta, linda y pelirroja. Tenés todas las armas de seducción, solamente tenés que usarlas."
La charla habrá durado unos 20 minutos. Me ofreció un caramelo de tilo, y como me vio llorar, me dio una cajita de carilinas. Emocionada hasta los huesos, le dije:
- "Gracias, esto no me lo olvido más".
- "¿Gracias? Dejate de joder, no hay nada que agradecer" fue su respuesta. Me despidió diciéndome:
- "Acordate, primero aflojá de acá (lo dijo señalando su cabeza, haciendo alusión a su mente) y después, acá (señalándose el pecho, haciendo alusión al corazón)".
Le pagué, y él seguía hablándome. Por Dios, me hubiese quedado toda la noche hablando con él, pero me disculpé, y le dije que me tenía que ir...
Me bajé tambaleándome, llorando, y no pudiendo creer esos 20 minutos que acababa de vivir. ¡¡Imagínense por unos instantes que alguien que jamás vieron en sus vidas, empieza a describirlos como si hubiese vivido no una, sino cinco vidas con ustedes...!!

Hoy, sábado, pensé con más tranquilidad lo que había vivido. Obviamente que ni bien me bajé, me abrieron mis amigas, con las que no tengo la confianza para contarles ese tipo de cosas, e intenté olvidar por un rato a ese hombre que Dios me envió a la puerta de mi casa. Me hizo acordar al cuento del "Patito Feo". A los ojos de todos, de chiquitito, el patito feo era realmente FEO. Estaba muy solito en comparación a los demás, quienes tenían amigos por montones y parecían muy muy felices. Era tímido, solitario, y no creía que podía llegar a interesarle a nadie. Pero cuando creció, ese pato horrible, que vivía solito, apartado del resto, resultó ser el cisne más bello de todos... Él, sin darse cuenta, siempre tuvo sus herramientas, sus armas de seducción, pero nunca las usó: creía que no las tenía. De grande aprendió a usarlas.

Quiero creer que hay muchas personas que son "patitos feos" en un período de su vida, y que sos "cisnes hermosísimos" en otro. Quiero creer que yo soy un patito feo.

Así que, a todos los "patitos feos": ¡Aguarden y tengan esperanza! :-

Creo esta experiencia que tuve, tal vez a alguien le sirva.

. . . . .

Y si tan sólo me diese cuenta que con un pequeño esfuerzo hasta lo imposible puede lograrse...
Y si lograra mantener ese pensamiento en el tiempo, cómo me gustaría poder aplicarlo a cada una de las situaciones que solemos llamar "complicadas" de la vida...
Y si mantenemos el buen humor, para amortiguar las cachetadas con que aquélla nos arremete, quizás a la hora de tropezar, sepamos usar nuestras manos...
Y si es cierto que el amor puede salvar vidas, cómo me encantaría tener la posibilidad de atravesar la etapa del "enamoramiento", para Querer a alguien, tolerando sus defectos, y adorando sus virtudes...
Y si tan sólo dejara de expresar con distintas palabras la misma idea...

. . . . . .

Espero que la fuerza que hoy tengo, ésa misma que quiero transmitir, nunca me abandone.
Voy a repetirlo hasta el día en que me muera (y mientras pueda):
De uno depende todo.
A veces hay hechos que nos duelen, que nos sorprenden muchísimo o incluso nos paralizan.

Pero cada persona, a su manera, vive con esta rutina: Se levanta temprano para ir al trabajo y algunas mañanas piensa en eso, camina a su casa después de la universidad o a su trabajo, estudia para un examen de historia...

Y le aterroriza volver a vivir algo parecido a lo que sucedió en algún gobierno de facto, en un país como éste, basado en la democracia.

Y ahí es donde depende de cada uno. Porque nosotros tenemos el deber con nadie más que con nosotros mismos de preservarnos, de cuidarnos y de amarnos.
En nuestras vidas nos vamos a cruzar con mucha gente, pero si nosotros no lo hacemos por el hecho en sí, y pensamos que si lo hacemos, vamos a lograr algo más grande, no sólo que el sentimiento no es auténtico, sino que puede morir pronto.

Podemos saberlo, discutirlo, negarlo, aceptarlo, ignorarlo, pero si no lo sentimos, “no es lo mismo”.
Solamente aquel que lo lleva consigo lo sabe e intenta no olvidarlo nunca.
Sabemos que hay días en los que el sentimiento parece alejarse, pero todos sin excepción tenemos la oportunidad de ejercer nuestro derecho a ser felices.
Supongo que los únicos que no pueden son los muertos.
Mejor dicho, en una de esas lo son, ¡y nosotros no lo sabemos!

Como dije antes, “no es lo mismo”. No tenemos que conformarnos con estar bien, cuando se puede estar aún mejor.
Tenemos que recordar a cada minuto lo afortunados que somos por tener aquello que tenemos. Si alguien no tiene un auto importado, seguramente tiene algo más valioso para él, como libros o una linda casa.
No hay que tener cosas para ser felices, eso es algo que se ha dicho millones de veces, pero ¡es hora de aplicarlo día a día a nuestras vidas!
Ya es tiempo de querer convencernos de eso, cuando en el fondo envidiamos al otro. Tenemos que empezar a dejar de necesitar ciertas cosas. Algunas de ellas nos facilitan la vida, como el microondas, el horno y el calefón. Hoy en día todos vamos a todos lados (me incluyo) con celulares, cigarrillos y computadoras portátiles o “notebooks”.
¿Realmente las necesitamos, como necesitamos el oxígeno del aire para poder respirar, o la comida para poder sobrevivir?
Todo es relativo.
Hay cosas que precisamos para seguir existiendo, como el aire, el agua y la comida.
Hay otras muy distintas, que, una vez vivos, hacen de nuestras actividades diarias algo más simple. Es hora de clasificar todo lo que poseemos (¡todo!, porque es mucho) y nunca olvidarnos de que no podemos cambiar veinte mil celulares por dos años más de vida; o recuperar diez mil pesos usados para jugar en un casino, porque necesitamos hacernos un tratamiento para el cáncer de pulmón. El tiempo pasa, y el ser humano tiene tanto por delante, hay tantas cosas que no sabe. Lo mejor, y lo más lindo, sería que nos juntemos todos a contar qué descubrimos con lo que vivimos.
Yo descubrí que, más allá de todo, uno puede ser feliz. Nada nos lo impide.
¿O acaso alguien decide quién lo es y quién no? El sufrir es un escalón, que nos lleva hacia un nuevo piso, uno feliz. ¿Ustedes qué descubrieron?

. . . . . .

...Y poco a poco, el tiempo juega en nuestra contra...!
¡Este malvado nos saca un poquito de vida cada segundo, y nosotros somos los tontos que no caemos en cuenta!

Es el momento: Cierra los ojos e imagina que estás muerto! No puedes, ¿no? No conoces otra cosa que esta, tu vida! Por eso!

Pero esta vida es LA UNICA que te concedió quién sabe quién, y deberías aprovecharla!

Pero no estamos solos: Están los demás, que sienten y piensan lo mismo que tú, pero que a vez nos brindan su apoyo y amistad.
Piensa, aunque sea por dos minutos al día, que lo único que existe es este momento...
Yo escribiendo, tú leyendo..
Quizás escuchas música, ¿qué escuchas? O, en una de esas eres amante del silencio. Quizás estás solo, quizás acompañado.
Cada insignificante detalle es más que importante, y aunque no parezca, ser conciente del vivir es la mejor forma de empezar a hacerlo.

. . .

La vida debería ser comedia: aunque la trama sea similar a una tragedia, siempre hay un personaje atolondrado que dice algo gracioso, y el espectador ríe a carcajadas.
Ojalá nosotros pudiésemos reír así todo el tiempo.
Qué hermosos momentos nos guarda la vida, che!
Sepamos disfrutarla! Se pasa rápido, encima es una sola! ¿Qué nos queda, sino?

Gritémosle al cielo que vinimos y nacimos para pasarla bien!

Ahora estarán pensando que la tristeza es parte del todo, que es difícil de superar, y varias excusas para no tener buen humor.
Dejemos 'el ser felices' de lado, que suena tan distante y raro!

El humor, como la esperanza, deberían ser inmortales! Pensémoslo juntos.
Sin humor, no hay ganas; sin ganas, nada tiene valor ni sentido..
Y sin eso..No tenemos nada (nada de NADA).
Por eso hoy, exclamo: Ríanse todo lo que puedan!
La risa es contagiosa y es el mejor remedio para el alma,
¿alguna vez lo pensaron así?

. . . . . .

Es tan solo cuestión de abrir más los ojos, de darnos cuenta que hay algo en nuestras vidas que vale la pena, que es ESO y no otra cosa por la que debemos luchar.
Es aquello que nos mantiene vivos.

Hoy y siempre, las cosas serán maravillosamente complicadas.
Nuestro desafío principal es, a pesar de todo:¡Mantener la sonrisa!

Para algunos es un trabajo duro; pero en pequeñas metas, podemos ver que todo el esfuerzo por disfrutar (¡si de eso se trata!) tiene sentido.
Para otros, es inexplicable el hecho de hacer algo por UNO. No por el resto, no por un otro, sino por nosotros.
Pareciera que hasta cierto punto, no nos valoramos.
Pero, ¡si estamos vivos! ¡Respiramos!

Muchos dicen que somos, lo que en realidad queremos ser.
Y en mi opinión, es una clara advertencia de que al no saber lo que queremos, caemos ante las primeras encrucijadas ante las cuales nos encontramos:
Nos arrodillamos frente a la vida, frente a los pequeños problemas diarios.
Y nos empecinamos en pensar que estar bien, es tan difícil...
Y lo peor es que, ¡es tan fácil!
Sí, el esfuerzo sale de uno.
Y ahí es donde la mayoría desiste: Lograr mejorar, implica también un esfuerzo.
Como todos sabemos, no todos estamos dispuestos a esforzarnos, PERO...(siempre está presente esa palabrita, que me salva) si lográramos conscientizarnos que es nada más ni nada menos que por UNO MISMO el esfuerzo... Que la idea es que UNO esté bien...

. . .

 

Soy conciente de que detrás de cada persona podemos encontrar muchos peligros.
Por otro lado, también podemos ver amor: el motor que mueve todo en esta vida.
Uno puede amarse a sí mismo. Pero tarde o temprano, llega a la conclusión de que necesita de otros para ser feliz.
Y esto es así, no porque no porque no seamos capaces de estar solos, sino porque los otros nos brindan su comprensión, su cariño, su afecto, y eso justamente lo que nos tranquiliza.

Quietud...
Calma...

El escritor necesita de tiempo para dejar flotar sus dedos sobre el viejo teclado. Estos temas lo tienen un poco nervioso, debido a que no hay nada claro con respecto al amor. Se decide a escribir sobre la nada, la invisibilidad de las cosas, la transparencia.

Continúa...
Muchos análisis, tesis, ensayos pueden hacerse sobre el placer de amar; siempre y cuando se ame a algo, o incluso a alguien.

Una mojada noche de verano, aquel sordo escritor me hizo saber que estaba listo para volver a amar. No le creí. Había escuchado toda su historia, y no aceptaba bajo ningún punto de vista su posición.
Tempestad.
La pelea que se llevó a cabo dentro de él fue interminable, para acabar pensando que el amor puede encontrarse.
También me anunció que no la dejaría ir, porque siente por ella un sentimiento muy bello, y que no quería que aquello deje de palpitar y crecer en su corazón.

. . .

No sé por qué, pero en estos días, lentamente, mis dedos comenzaron
a moverse otra vez.
Lo que quedó es algo similar a esto:

...NI BIEN EMPECÉ A ESTUDIAR, MIS MAESTRAS ERAN SIEMPRE “BUENAS”. PARECÍA QUE NO TENÍAN MOTIVOS PARA ESTAR MAL. Y CON ESA FILOSOFÍA, ME ENSEÑARON A MÍ Y A MIS COMPAÑEROS A SUMAR, RESTAR, MULTIPLICAR, DIVIDIR, ESCRIBIR SIN ERRORES ORTOGRÁFICOS. PERO, A MEDIDA QUE FUE PASANDO EL TIEMPO, EL MUNDO UTÓPICO CONCENTRADO EN ESAS AULAS, SE CONSUMIÓ JUNTO CON MIS PRIMAVERAS E INVIERNOS MÁS JOVENES. ALLÍ FUE CUANDO, DE A POCO, CONOCÍ OTRA FORMA DE ENSEÑAR, Y POR ESO ES QUE, PENSÉ EN ESCRIBIR:

"Cuando un profesor ni siquiera intenta hacer un esfuerzo por enseñar a aprender, el desinterés por parte del alumno es, lamentablemente, inevitable.
Cuando el profesor simplemente hace su trabajo, el arco iris recordado por el alumno por haber aprendido algo, es tan transparente, que tiene la sensación de no haber aprendido nada.
Cuando el profesor toma como propia la obra de los grandes, creyéndose uno de ellos, no sólo que no es conciente de que no lo es, sino que comienza, lentamente, a bajar de su pedestal de genio. ¿Dónde tiene lugar este suceso? Dentro de los ojos de sus alumnos.
Cuando un profesor ve a las personas sentadas como aquellas que están destinadas a su deleite (en todo sentido), jamás podrá obtener nada. Ni siquiera desinterés, o aburrimiento por parte de sus alumnos. Nada”.

ALGUNOS COMO YO, ESTE AÑO, TENEMOS BUENA SUERTE: SEGUIMOS TENIENDO ESOS PROFESORES ABURRIDOS, QUE SE BASAN CONSTANTEMENTE EN EL SOPORTE TEÓRICO.
PERO, HAY UNO QUE... SIEMPRE ES UNO, PORQUE SINO, PIENSO YO, NO LO VALORARÍAMOS TANTO: CHARLA SOBRE LA VIDA, NUESTRO FUTURO Y DEMÁS TEMAS QUE INVOLUCRAN DECISIONES IMPORTANTES EN NUESTRAS EXISTENCIA E INUNDA EL AULA LAS MAÑANAS DEL LUNES Y MIÉRCOLES.
POR QUE ESTOS PROFESORES EXISTEN, POR QUE SE ESFUERZAN PARA QUE SUS ALUMNOS APRENDAN ALGO, POR MÁS MINÚSCULO QUE SEA. POR QUE SIEMPRE TIENEN ALGO INTERESANTE Y SORPRENDENTE CON QUE LLAMAR TU ATENCIÓN. ESO SUCEDE AÚN EN ESOS DÍAS EN LOS QUE NADA (O CASI NADA) TIENE SENTIDO PARA UNO. POR ESO, A MI PROFESOR ESPECIAL, Y AL RESTO DE LOS PROFESORES "ANTI-CONVENCIONALES", LES DEBEMOS UN CÁLIDO AGRADECIMIENTO...

"Cuando un profesor siente que debe contribuir en algo, los alumnos ya han encontrado una motivación suficientemente fuerte para querer estudiar y aprender.
Cuando un profesor tiene la necesidad de enseñar, esa curiosidad particular que lo abruma. Cuando su objetivo es el sólo hecho de transmitir su sabiduría, aunque no tenga relación alguna con la teoría de los libros. Cuando eso ocurra, estaremos hablando de un verdadero educador. El resto son imitadores.
Cuando un profesor es o fue alumno, y está dispuesto a enriquecerse con los conocimientos de sus estudiantes, no sólo ellos salen beneficiados.
Cuando un profesor muestra su arco iris a sus alumnos, el de ellos brillará más y más..."
AUNQUE EL CAMINO TODAVÍA NO HA TERMINADO.
AUNQUE TODAVÍA ME QUEDAN AÑOS Y AÑOS DE ESTUDIO.

Quiero agradecer, desde lo más profundo de mi alma, a todas las personas (porque, además de ser profesores, son personas) que me enseñaron algo, por más insignificante o ilógico que pudiera parecer. Si no me lo hubiesen enseñado, jamás lo hubiera sabido...


. . . . . .

Amor.¿Alguien acaso puede explicarlo? Nunca muere y viaja incansablemente por los corazones de todos nosotros, sin dar ninguna explicación.
¿Realmente importa el resto?
Lo más hermoso que le puede pasar a alguien, es querer y ser querido. Amar y ser amado.
El color negro con el que uno solía ver la vida, ahora se convierte en un cálido azul, o un apasionado rojo. Nada nos preocupa del todo, siempre y cuando contemos con nuestros seres queridos.
Y uno lucha empecinado para que ese amor dure por siempre, feliz de haberlo encontrado.
Y escribe horas y horas, tan sólo pensando en su sonrisa, en sus ojos, en sus dichos.
Las palabras parecen nacer de los incansables dedos del escritor, y nada más.
Silencio. Paz.

El sólo hecho de saber que, al menos del otro lado del mundo, hay alguien que uno quiere; que siempre lo espera, lo desea, es suficiente motivo para sentirse afortunado.

El amor parece salvarnos de las inquietudes que todos tenemos a esas preguntas que, aunque sabemos que no tienen respuesta, las buscamos hasta el cansancio.
En un instante, el delirio inunda estas palabras. El amor lo es todo: Es ganas de vivir, es energía, es el motor de la vida.
No hay nada más.
El estudio y el trabajo también son amor, ya sea a la profesión, o al deseo de aprender, de crecer, de madurar.
El hecho de luchar día tras día por ser felices, implica un cariño inmenso. Primero, hacia nosotros mismos, por querer estar bien y no tropezarse con llantos sin sentid, y luego, hacia el rest;, que, al vernos contentos, también le sonríen a la vida.
Todo es un ciclo alimentado por amor.
Hoy descubrí que, a pesar de todo, es posible amar y ser amado, y por eso lucho. Sinceramente, no me importa si el mundo se opone, o si creen que yo no soy capaz de amar.
Mi corazón habla, y yo lo escucho. ¿Realmente importa el resto?

. . . . . . . .

Y hay días en los que nada tiene sentido…
Y la tristeza invade mi cuerpo, y no me deja ser. Y me hunde, casi hasta llegar al centro de la tierra, sin siquiera dejarme respirar.
Pero a veces, no muy seguido, una pequeña sonrisa se asoma por mis labios y mi espíritu me dice que hoy dormiré sabiendo que estoy viva, y que ese hecho tiene un valor inmenso.
A veces mi mente no dice lo mismo que mi corazón, y al fin puedo sentirme feliz de hacer cosas simples, como escuchar música, salir a pasear, o estudiar.
Cuando dejo que hable, cuenta que no hay que tener razones para estar bien con uno mismo ni con el resto.
Sólo hay que tener ganas…Pero otras veces, cuando casi puedo sentir ese rayito de esperanza iluminando mi alma, algo ocurre conmigo, y comienzo a creer que nunca podré volver; al menos, a tenerlo cerca.
Una y otra vez me ocurre eso, y ya no sé cómo reaccionar, o qué hacer para parar la transición entre querer morir, y sentirse tan feliz de no poder guardar tanta alegría en el cuerpo.

. . . . . . .

Ojalá hubiese estado cerca de mis amigos en el momento exacto en el que estas palabras brotaron de mi mente.

¿Quiénes son?

El lápiz y el papel; o un ordenador. Sólo algo con qué expresarme.


A quien esté leyendo estas palabras, no quisiera agoviarlo con el dolor que hoy invade mi joven cuerpo, pero les prometo que será sólo un instante.
Seguramente algunos se sentirán acompañados, o no tan sólos.

Como lectora que adoro ser, siempre me siento “menos sola”, sabiendo que no soy la única que ríe; que llora, que se alegra, que sufre, que siente, al leer escritos de otras personas.
Es por eso que, aunque no sea brillante, aunque sólo lleve conmigo unos pocos años nuevos, quisiera que ustedes sientan esa sensación, al leer lo que escribo…

A ciencia cierta, todos cometemos errores: chiquitos, medianos y grandes. Sin embargo, para nosotros mismos (los que estamos concientes de cometer errores) pareciera que son gigantes.

Por mi parte, he perpetrado uno realmente enorme; en el que puse en juego hasta mi propia vida. Mejor solo que mal acompañado, dicen.
Suena cruel, pero no por eso deja de ser completamente cierto. Créanme, soy ingenua; pero hay cosas que hasta yo sé, y hoy pude comprobar.
Sepan que nadie es perfecto. Todos hacemos cosas que deseamos no haberlas hecho jamás.
Hay cosas que uno simplemente no puede evitar… Sobre todo el sentirse terriblemente mal por hacer eso que hizo; que para empezar debería haberlo pensado mejor, haberlo charlado con alguien, premeditado, o incluso ni haberlo estudiado como un futuro proyecto o algo así.
Pero… ¡qué alivio nos hace sentir el poder decirlo, corregirlo, seguir adelante, o volver hacia atrás y remediarlo!
La verdad es que nos llega la experiencia justamente después de haberla necesitado.
Qué contradictorio, ¿no es así? Sin embargo, este es el lugar en donde vivimos, donde pensamos, nos movemos, actuamos. Y por algo las cosas son como son.
Es sólo cuestión de dejar todo eso atrás (o al costado, para no olvidarlo y para recordar una lección aprendida) y convencer a nuestra mente de que seguimos vivos, a pesar de nuestros pesares y carencias.
Los pasos (sugeridos) a seguir son:
1. Auto-convencerse de que lo hecho, hecho está.
2. Pensar en frío en posibles soluciones que, a corto o largo plazo, pueden resolver al menos parcialmente lo ocurrido.
3. PEDIR PERDÓN (si es que se hirió a alguien al cometer ese error).
4. PERDONARSE A UNO MISMO.

Consejos

Sé un perro: Sal a pasear siempre que puedas (aunque sea solo).
Cuando viajes en tu auto (siempre con cuidado) baja la ventanilla y mira hacia fuera, aunque lo único que encuentres sean edificaciones viejas.

Sé un gato: compórtate correctamente con el resto, pero emplea algunos minutos al día en ti mismo. Sé independiente. Ama, pero no necesites de nadie para ser feliz.

Sé como una jirafa: mantén siempre la cabeza en alto. Eso te permitirá ver las cosas claramente y no cegarte con un árbol (tema) en particular. A veces hay leones parecidos a tus amigos jirafas; así que ten cuidado.

Sé como el águila: recorre grandes distancias, disfruta de la soledad, del vuelo, pero jamás te alejes de tu hogar. Tu familia es lo más importante que tienes y que jamás volverás a tener. Lo mismo da una casa con vista al mar, un piso céntrico, o una casita en medio del campo. Gracias a ellos existes y tienes la oportunidad única de ser feliz. ¡No la desperdicies!

Sé como el murciélago: si alguno de tus sentidos llegase a fallar (incluso el sentido común), desarrolla el resto de ellos para nunca estar desprevenido frente a una situación extraordinaria.

Sé como los lobos: aunque te mantengas lejos de tus amigos, nunca les pierdas el rastro. Llámalos, sal con ellos al menos de vez en cuando. Así sabrán que realmente les importas y que los aprecias de verdad.

Sé como el caballo: si tienes la suerte de encontrar el amor de tu vida, no pierdas tu libertad. Galopa como solías hacerlo por los campos de tu mente y tu corazón. Siéntete afortunado de haberlo/a encontrado, pero no dejes de alimentar tu alma con las buenas amistades. ¡No lo olvides: ellos también forman parte de tu vida!

. . . . . . .


Había una vez un hombrecito que decidió ir detrás del sol. Estaba completamente seguro de que iba a poder alcanzarlo, porque llevaba suficiente comida, ropajes ligeros y sus zapatos de la suerte.
No lo dejaría escapar: sentía que iba a ser el primer hombre en poder tenerlo así de cerca, sin que nada malo le pase.
Recorrió grandes distancias. Su decepción crecía tanto como sus ganas de cumplir su sueño: “¿Qué ocurre conmigo? ¿Por qué no puedo hacer realidad lo que más deseo en esta vida? Dime, Dios mío, qué debo hacer y lo haré…”
A medida que pasaban los días, él sentía un gran vacío porque veía como su objetivo se alejaba, pero a la vez su alma se consolaba pensando en que al menos tuvo la posibilidad de soñar, no como sus hermanos, que no valoraban ni la vida misma. Experimentaba mucho goce y disfrute al darse cuenta de que no todos sueñan con cosas así, y de repente se consideró importante y valiente.
De pronto, el hombrecito se dio cuenta de que, al ir detrás del sol, había recorrido mares, lagos, montañas, desiertos, ciudades. Había conocido personas maravillosas de todas partes del mundo, y hasta habían compartido sus sueños. También descubrió que justamente eso fue lo que más había disfrutado y que todo ese tiempo no había hecho más que pensar solamente en el sol, sin tener en cuenta todo lo que hay que hacer para llegar a él.
El hombrecito jamás pudo estar así de cerca del sol, pero había cumplido su sueño. Su verdadero sueño. Sin darse cuenta…


…Y la verdad es que este hombrecito no estaba tan errado. Todos podemos llegar a donde queramos ir. Sin embargo, lo más importante es el cómo. Y ese, básicamente, es nuestro trabajo: ocuparnos de llegar de la manera más placentera, llena de alegría y felicidad, teniendo en cuenta (pero no demasiado) los momentos malos.

…Y la verdad es que el hombrecito no estaba tan errado, dije: creía que su gran meta era alcanzar y tocar el sol, hasta que se dio cuenta de que en realidad su pasión era viajar, conocer personas y lugares nuevos. Esa podría ser considerada una razón más para cuidarnos, comprendernos y amarnos. ¿Cuál es? Justamente, que a lo largo de los años, vamos conociéndonos más y así descubrimos que nos agradan cosas que jamás pensamos que nos gustaban.

…Y la verdad es que el hombrecito no estaba tan errado, repito. A veces

. . . .

A partir de mañana me toparé con más responsabilidades, como si en verdad estuviera creciendo. La verdad es la siguiente: hasta un punto, es cierto, pero luego ocurre el proceso inverso. Cuando uno llega a cierta edad a causa del tiempo, lo único que se desea es volver atrás. Porque, con suerte y positivismo, nuestra niñez y adolescencia son períodos maravillosos los cuales no queremos que finalicen jamás.
En mi caso, mañana martes 15 de Marzo del 2005 empiezo mi cuarto año de la secundaria y lo único que voy a hacer es pensar que sigo de vacaciones: seguiré jugando con mis amigas, escucharé música, pensaré que el estudio no existe. Aunque sepa que no es así, una vez que salga del colegio, éste jamás habrá existido para mí. Volveré a mi hogar en colectivo, charlaré por teléfono con mis compañeros de la escuela, iré a un taller de teatro (que por cierto empiezo este año), aprenderé más inglés y conoceré gente nueva.

Tendrás en mente estos objetivos (aunque algunos días no quieras cumplirlos):
- A pesar de todo, mantendrás tu cabeza en alto, recordando siempre que más allá del trabajo tu meta personal (que por cierto es la más importante de tu vida) es ser feliz, y no puedes permitir que nada se interponga entre tú y tu bienestar, tanto físico como mental.
- Estés donde estés, llegues a donde llegues, haz que tu cabeza y tu corazón crean que ingresas a un lugar nuevo, como si fuese la primera vez que lo visitas.
- Siente que cada día aprendes un poco más, conoces a alguien un poco más.
- Nunca rechaces una invitación. Quizás te aburras, pero al menos no estarás solo.
. . . . . . .

Una vez más me sorprendió el amor. ¡Qué bello es! Al fin me enamoré.
¿Qué puedo decirles? Inténtenlo, quieran, amen.
Vale la pena, más allá de los rasguños y trompazos que debe soportar el corazón.
La edad no importa.
El aspecto físico tampoco es primordial en una relación.
Lo que es de verdad fundamental es que las dos personas quieran conocerse y pasar tiempo juntos, que sean sinceros consigo mismos y con los que los rodean, que se tengan confianza, que estén cuando el otro los necesita.
El resto no es esencial: cualquier defecto puede modificarse y cualquier virtud puede pulirse. Nadie es perfecto después de todo ¿no?
No hay que hacer nada gigante para estar con otros: Es genial, porque no hay que gastar demasiado dinero en salidas; sino que, una película en casa, o una comida ligera bastan. Las salidas al cine, al teatro son divertidas, pero son tan sólo un condimento.
Las charlas, los cafés (o mate, ¿porqué no?), los bares. Los detalles, lo realmente insignificante es lo importante.
Es por eso, que grito: ¡¡¡ENAMORENSE, VEAN QUÉ MÁGICO ES SENTIR ALGO TAN FUERTE Y HERMOSO COMO ES EL AMOR!!!
Y, si ya están enamorados y tienen la suerte de que esa persona esté a su lado, ¿Qué esperan para correr a su encuentro, y decirle lo importante que es en su vida, que lo/a as como el primer día, o al menos compartir una palabra de aliento…?
. . . . . . . .

Ojalá algún día dejemos de pensar que la vida es eterna.
Ojalá algún día nos demos cuenta que es erróneo pensar que la vida se aprecia realmente, cuando uno está al borde de la muerte: cada momento, recuerdo y experiencia son tan importantes como la vida misma.
Ojalá dejemos de creer que la vida es lo único que existe, y que es imposible perderla.
Ojalá nos demos cuenta que nada está perdido, y que siempre hay algo para hacer.. Ayudar a los demás, o incluso a nosotros mismos…

Ojalá logremos descubrir que el otro es tan persona como nosotros, que siente, sufre, ama, desea las mismas cosas que nosotros.
Ojalá sepamos valorar cada día de nuestras vidas, no pensando que es el último, sino siendo concientes que la vida está hecha para disfrutarla y ser feliz, cada uno a su manera.

. . . . . .

Vida. Muerte. A veces no parece haber diferencia alguna.
La vemos en los ojos del resto. Esos felices, no saben lo que les espera. Días, semanas, meses, e incluso años de un sufrimiento interminable.
El solo hecho de ser todos tan distintos nos hace sufrir.
El amor abre sus alas, nos protege arrullándonos por las noches y luego, repentinamente... Silencio. Soledad. Frío. Su calor desaparece.
Pareciera que estamos programados para nacer, investigar este mundo, estudiar, trabajar, casarnos, tener hijos, nietos... Y la muerte.
Sufrir, sufrir, sufrir. ¿En realidad es así? ¿Acaso estamos destinados a la depresión, a los excesos y a nada más?
Sinceramente, no lo creo. Pensamientos.
Uno nace, simplemente eso. Y no se da cuenta de que puede cambiar todo a su alrededor. Pasan los años. Cuenta con miles de herramientas para afrontar las penosas y terribles situaciones que le tocan vivir: su familia, sus amigos. En fin, su familia.
Padres. ¡Si supiéramos lo fundamentales que son! Si tan sólo por un segundo fuésemos conscientes de su importancia en nuestras vidas. Es que, por más absurdo que parezca, uno jamás...JAMÁS...deja de necesitarlos. No tenerlos implica tantas cosas...
Dudas. ¿Qué hacer? ¿Por qué nos crean, si luego nos abandonan? Miedo. Ojalá otras cosas rondaran por mi cabeza...
Respiro. A veces uno necesita ser guiado, ser amado. Con el tiempo, esos felices que nos rodean, nos ayudan a atravesar el umbral de la muerte, para recorrer un camino más suave. Casi feliz. El camino nos invita a recorrerlo. La vida misma es una tentación. Pero... Problemas. Y... Sufrimiento.
Todo depende de nuestros ojos, de nuestra forma de usarlos.

. . . Luego...

Luego de haber escrito tanto y haber vivido tan poco, puedo decir
que muchas palabras fueron dichas en vano...

Plantear teorías es simple y sencillo, pero el respetarlas es el verdadero desafío.

Hacer el esfuerzo de -hacer el esfuerzo- es la llave que nos hará el
favor de abrirnos puertas en la vida…

No es inteligente aquél que piensa, o aquél que es capaz de decir a
otros un discurso razonable para la mayoría.
Lo es quien lo repite diariamente… mirándose a un espejo.
Persiguiendo con uñas y dientes la más hermosa de las verdades:

Hoy somos, y algún día (tal vez mañana) dejaremos de ser…

No pretendo decir cosas que no hayan sido dichas, porque sé que no
podría hacerlo.
Mis razones son enteramente egoístas: perdónenme, es
que estaba intentando mirarme al espejo…

. . . . .

El día de hoy...


El día de hoy es tan día como el día de ayer. Depende de vos hacerlo una raya más a tu tigre, o un pétalo más a tu rosa.
El día de hoy puede ser un mate amargo, una comida recalentada del día de ayer, o un diamante en bruto; si sos vos el mate, la comida o el diamante.
El día de hoy es igual al de ayer, si vos no lo cambias al menos un poquito, si no lo llenas de vos, si no te llenas de vos.
El día de hoy puede ser hoy, mañana o ayer, si vos no aprendes a disfrutar de tus 24 horas diarias. ¡Exprimí tu día y toma un buen jugo que te nutra por fuera y por dentro!
El día de hoy no es especial. Vos sos especial, a través del día de hoy. El día de hoy sos vos, expresado y compartido desde afuera, por todos los que te rodeamos.
El día de hoy no tiene sentido, si vos no se lo das. Hay que hacer el esfuerzo de encontrárselo, abriéndose de corazón a la vida. Ella habla un lenguaje distinto, pero si tan sólo la escucháramos, sentiríamos en nuestro pecho lo que quiere decirnos.
El día de hoy puede ser irrepetible, si vos quieres que así sea…

Por eso, ¡te invito a tener un día irrepetible!

. . . .

Corro a la deriva...

Corro, a la deriva
Me sumerjo en la esencia de mi ser
Pareciera que todo va hacia arriba
!Ay¡, cómo duele crecer.

Esto de la adolescencia
Suele ser un poco agotador
Todo tiene tanta transparencia
Hasta lo más lindo está inundado con dolor.

Con el tiempo uno va aprendiendo
Que con la prueba y el error
Uno se va enriqueciendo
Y va viviendo la vida mucho mejor.

A mi amigo, el adolescente,
Yo quisiera gritarle
¡Que disfrute de su presente
Y que pueda todo el jugo, sacarle!

 

Felicidad

Corriendo como si no tuviera piernas.
Amando como si no existiera.
Soñando que un día dejaría de soñar.
Viviendo como una burbuja, flotando...

Eres cual gato que ladra:
tan visible para aquéllos que quieren ver,
pero tan oculta como luciérnaga en la noche.
Te siento tan alejada, dentro de mí...

Oh!, Felicitas, regálame aquella sonrisa,
la que hacía de los días fríos de invierno
una estufa para mi corazón y una guía para mi mente.
Dámela, pues necesito verla en mi rostro, una vez más.

Oh! haz que se instale en mi regazo.
Recuérdale a tu boca que preciso de ella para
creer que estoy vivo. Y tu alegría tomará mi mano
herida de tanta felicidad, y sufriré un poco.

. . . . . . .

El tiempo despierta cada mañana


El tiempo despierta cada mañana,
me arroja hacia un vacío ya conocido.
Aquí no hay sol para que oscurezca
Aquí no hay luna para que ilumine.


Yo sólo poseo lo que soy:
mi blanco cuerpo líquido,
mi alma tan eterna,
mi corazón enjaulado en mi mente confundida.


Y sigo cayendo, golpeándome contra
burbujas de cemento...
Crack, crack...
Mi cuerpo me compone una canción
con huesos rotos y una gaviota.


Mi tan preciada gota, en la que caigo
Alma. Perdición.
Mi alejada sonrisa, esa que aúlla algunas veces.
Amor. Reencuentro.


Pero cada mañana no existe.
Es un invento...
Cada mañana es mi ilusión
de despertar algún día


¿Acaso no darías todo
...Por poder ver tu alma en el espejo,
...Por salir junto a ella, de la mano,
...Por enredarte con ella...?

Despreocúpate, pues ya estás enredado.
Caes conmigo...

. . . . . . .

A MI ALMA

Me zambullo en el mar de lo efímero.
Sueño en la eternidad
de cada día.

¿No ves que acabo de nacer?
Tiéndeme tu mano
Muéstrame tu mundo feliz
O ven conmigo y yo te llevaré al mío.

La presencia de las respuestas ausentes
Me impulsan a escribirte
pues aún no te reconozco
pero sé que sueño contigo cada noche.

Escucho tus alaridos dentro de mi cuerpo
Escucho tus señales inconfundibles.

¿Quién eres?

En el silencio, en la soledad y en la miseria:
Acompáñame. Revísteme. Sosténme. Ámame...

Soy aquello que eres, alma mía.
Perdóname por ello. No es en vano que estés aquí

En este solitario cuerpo, acompañado de alaridos y una rosa.

Ámame...
Pues la vertiginosidad de mis extremidades
no me permitirá abandonarte.

Porque soy, tu cara visible...

. . . .

 

Re-crispas agitada, luego de tu primera caída.
Jamás hubieras pensado que los impactos de unas simples burbujas celestes
Serían tan dolorosos y tan fuertes como portazos.
Y tan viles como hermosas sirenas, cuyo copla encanta hasta al marinero más astuto.

Me miras, desentendida. Yo te lo advertí. Pero tú igualmente elegiste la vida.
Intentas protegerte con tu joven cuerpo, pero ignoras que el ambiente está contaminado con la esencia de tu alma. ¿Por qué olvidaste todas esas respuestas ...enterradas ahora muy en el fondo de tu ser?

¿Cómo pudiste permitir que tu existencia se disolviera en un puñado de recuerdos?
¿¡Cómo lograste extraviar todas esas palabras!? ¿Dónde, dónde quedó lo ya perdido?
Yo te lo advertí. RECUERDA, murmuré: ¡Deja ya de respirar!
¿No ves que no eres más que un puñado de polvo cósmico, con aroma de estrella, en un planeta, dentro del universo?

Deja de caer. Pues sólo lo haces en tu mente: Tu alma es libre.
Allá, donde las focas más pesadas pueden volar y donde las aves abandonan los cielos celestes para ser presentadas a los desiertos, las montañas y los extensos bosques.
El allá tan misterioso lleno de agujeros, como las burbujas que hoy creas, como las que hoy imaginas...

Y aún así, te escapas de ti. ¿Acaso no ves que son tuyas? ¡Huélelas!
Puesto que tienen tu aroma, cantan y aman igual que tú. Concentran todo aquello que temes. Mientras más te resistas, más se multiplicarán. Son tu antítesis.
Tu mayor oponente. Recuéstate. Ya sabes demasiado. Ahora dime, ¿qué has descubierto?

. . . .


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