Sobre la obra “Armas del poeta”
de Victoria Servidio (Cosquín, Sierras de Córdoba, Argentina)
por Graciela María Casartelli (Argentina)
La existencia y su proceso en el tiempo, lleva al
ser humano a plantearse múltiples dilemas sobre tal acontecer; e igualmente,
en lo
relativo a su inicio y final.
Pero no está solo y esto conlleva además, alternativas sobre las
relaciones personales, sociales y culturales, que constituyen el “piso”
donde, valga la redundancia, transcurre, el transcurrir…
Victoria Servidio, en su obra “Armas del poeta”
y otros poemas, los plantea como una “geometría” (1) exacta:
“Geometría de la vida
hipótesis sin afirmar
teorema inconcluso
medida exacta
cálculos errados
figuras que se estrellan”
“Hipótesis”, que analiza en variados aspectos de este “teorema
inconcluso”, que requiere “armas” para sobrevivir,
donde el poeta que
reside en el ser, se atrinchera y protege…:
“afilando palabras…” (2) y
“…se desangra/ y cae/en el abismo/de la hoja en blanco” (3)
Y, la primera defensa esbozada, es una reflexión
contra las injusticias devenidas de las relaciones sociales:
“donde se borran los abrazos/se olvidan los te quiero”
(4), “… ver la esperanza/cautiva en los archivos
devorada…” (5);
las inequidades del “Capital”, donde los “Fariseos ignotos…,
se arrodillan/ante un Dios de metal”,
mientras, “Crece la brecha” y se “licua(n)
los valores” (6) y allí,
“los que nada tienen/sólo/ el infortunio/de nacer descamados”
(7),
“… para el que trabaja/y no le pagan” (8).
Injusticias ante las cuales no debemos claudicar,
porque tal posición nos llevaría la vida misma.
“Cuando”/”no suene más/el clarín de los reclamos/será
hora de pensar/ si no estaremos muertos” (9); pues seremos víctimas de nosotros mismos: “Inercia
de ver/la propia bestia/sentada/en el espejo” (10)
Habiendo atravesado este andamio,
la autora, enfrenta el propio dolor
y la soledad.
Dolor ante el “avance/de
la muerte/sobre la vida” (11), “y
en el final /nos devora la sombra” (12):
“No me hablen
de pérdidas.
Ya no hay lugar en esta casa.” (13),
y de pérdida de seres queridos, que
perviven en el tiempo (“En los maderos/de mi cruz/los
mantuve vivos”) (14), como luz en
el camino: “Palabras de mi padre/palabras de mi madre/
¡Ahora las oigo más que antes” (15).
“En los perfiles de la noche/claman las ausencias…”
(16)
Pintura en acrílico de Graciela
María Casartelli ("Iluminado")
Pero, el dilema de la vida y de la muerte adquiere
aquí, importantes dimensiones de preocupación:
“… una pregunta/el porqué/de la llegada
y la partida” (17)
“Ellos los ancianos
devoradores de sombra
con sus nostalgias
me llevan
al lugar
de donde nunca partí” (18)
“Campanarios fantasmas
repican sones
se pierden
en un tiempo
que no vuelve” (19)
“La vida
frena la carrera
deja los vestigios
de nuestro andar…
…en el enigma
de donde venimos
”Está el infalible final” (20)
Como así también, remarca el planteo
de la duda sobre la veracidad de los valores y la transitoriedad de los sentimientos
entre
polos opuestos:
“entre lo falso y lo verdadero/entre la nostalgia
y el olvido” (21);
“deshojo el dilema/olvido o recuerdo” (22)
Y en el extremo inverso de esta dialéctica, la vida, regalándonos
su esperanza de renovación constante:
“Vuelvo.
Siempre vuelvo” (23)
“Y me Quedo.
Me Quedo
en el verde
en la raíz milenaria” (24)
“Desafío terreno
de seguir en órbita
alumbrar
el espíritu” (25)
“Tierramadre/pare a cada instante” (26)
“Aroma a carne/ de hombre y mujer…” (27)
Con el triunfo final de la esperanza de seguir adelante,
a pesar de los avatares de la existencia,
como regalo de fe y de futuro:
“Descubro al fin
la aurora
que habita
en cada una de las almas” (28)
“Tu fulgor hirió
a los que tu extinción
vaticinaron
defraudando los presagios
hoy altiva te levantas” (29)
“…Hecha río/voy detrás/de mi próximo
andar” (30);
…“ Otoño…tiempo/de acopiar la cosecha…”
(31);
“…Si no encuentras/la razón de estar vivo/ toma el timón”
(32)
Y la gloria del amor… Motivo final de la existencia… con su compañera
de siempre, la poesía…
“Espero, espero…
un amor que al acecharme
me rescate” (33)
“Poesía…fuerte donde resisto
hasta que el sol
al reiterarse
abre el nuevo día” (34)
“…aunque a nadie le importe-/ hilvano mis versos”
(35)
“Ser palabra, palabra/no silencio del infierno/para
vivir con la poesía” (36)
Nacida en Cosquín, Córdoba,
Argentina, en 1947.
Médica jubilada con especialidad en Ginecología y obstetricia
UNC.
Su afición a las letras nace en su infancia y juventud, fomentada
en su hogar y en el estrecho vínculo mantenido con la Biblioteca
Nicolás Avellaneda de Cosquín, entidad fundada en 1923,
por la cual pasaron varios miembros de su familia. Comenzó a escribir
a los 14 años, continuando hasta la fecha.
Desde 2001 concurre a talleres literarios en la ciudad de Córdoba,
siendo "Moradas",
el primer libro que edita.
Dentro de su producción se encuentran poesía, prosa narrativa,
prosa poética y ensayos.
En diciembre de 2006, participó en el Festival Latinoamericano
de Arte, realizado en la ciudad de Mar del Plata, organizado por la fundacion
de poetas de la misma, como expositora, presentando Moradas.
Partició del Encuentro de Poetas que se realiza en el entorno del
Festival de Folklore de Cosquín 2007, como expositora. Es Coordinadora
de la editorial de la Revista "Decires"
