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La dignidad de ser

 

Entrevista con el escultor Luis Bernardi----

 

Si me era difícil escribir sobre alguien que pinta cuadros, más complicado me es con quien modela una escultura. Para quien como yo deba desayunarse con el tema,
le recomiendo leer la nota del final y en el mejor de los casos, adentrarse en los contenidos de la dirección electrónica allí consignada.

Brevemente comentamos:

"En esa esfera de la expresión humana que denominamos creación artística, la actividad específica de la escultura es el proceso de representación de una figura en tres dimensiones.
El objeto escultórico es por tanto sólido, tridimensional y ocupa un espacio.”

Señala Leonardo que una de las diferencias entre pintura y escultura consiste en que la primera posee luz propia, mientras que la luz de la escultura es exterior."


Pero, ¿Quién es Luis Bernardi?
(ver currículum vitae)


Podemos decir por ejemplo, que se crió en la carpintería de su padre en la Provincia de Corrientes (Argentina). Estas circunstancias hicieron que desde muy pequeño
tomara contacto con la madera, estableciendo con este elemento una relación entrañable No obstante sus comienzos en escultura fueron con arcilla, cemento, yeso y por
último pasó a la madera.

Su pueblo era muy pequeño, de mucho fútbol, bicicleta y caballos. Guarda hermosos recuerdos de niñez. Fue el único hijo varón, con tres hermanas más y muchos sobrinos.
Recuerda una adolescencia de mucha holgazanería, jugando a ser mayor.

Estudió cinco años de Arquitectura en Resistencia (Chaco- Argentina), en paralelo con Bellas Artes; alrededor de los 25 años dejó la carrera primero nombrada pues se
empeñó en concluir la segunda, obteniendo el título de “Maestro en Artes Visuales”. Al finiquitarla, se dedicó de lleno a las artes.
Por entonces se trasladó a Córdoba (Argentina) y comenzó a trabajar con el escultor Mario Rosso.


Ya que le cuesta mucho expresarse por medio de la palabra, se exterioriza a través del modelado.

No considera que para ver arte y valorarlo, se tenga que entender de tal materia, “eso es un mito”. “ Disfrutar de una obra es muy subjetivo y la transmisión del sentido es a través de la mirada del observador”. Por ello, no le interesa trasmitir el mensaje, sino lo visual; una forma que será interpretada por quien la mira.
“Uno siente las cosas que suceden; no puede permanecer ajeno a ellas y eso se vuelca de manera inconsciente en la obra”. No tiene una idea fija en cuanto al tema que va a diseñar. No parte del “voy a querer expresar esto”; le gusta una forma y la lleva a cabo. Se refleja en lo que hace.
“Es importante el impacto que la obra tiene en una persona, eso que genera la primera manifestación…Este comentario hay que fomentarlo, que se -tome el trabajo- de opinar…por ejemplo -¡qué colores!-. El artista debe fomentar este saber que no significa saber la historia del arte”.

Existe generalmente un prejuicio en este sentido, que para ver arte debe hacerlo el entendido y así se fomenta la “elite” que efectúa la crítica técnica la cual es más fría, descargada de humanismo, de sentimiento.

“Cuando realizo una escultura, la primera sensación conlleva la visualización de la obra terminada.: -¡Qué lindo, un gordito paradito!-”. No trabaja con modelos. No existen como personas reales, no tienen nombre. Se inspira en las formas. No se preocupa cuál será el mensaje que tendrá la obra, a cada uno le trasmitirá diferentes cosas.
“El arte es algo que disfruto. Soy un trabajador que hace esculturas”.
"Recién hace dos años que estoy poniendo título a mis trabajos, no me agrada por que es sumarle una anécdota que no hace a la esencia de la labor".

 

Le agrada la docencia. Tiene noventa alumnos con capacidades diferentes (Síndrome de Down) en la fundación APADIM ( Asociacion de padres y amigos del insuficiente
mental)
No le cuesta trabajar con ellos, al contrario, son más espontáneos y eso le divierte… A través de los años ha trabajado con discapacitados sin contar con una preparación
específica para ello. Sin embargo ha recogido los más sabrosos frutos, “la vida, tener afinada la intuición, estar atento a qué… es el mejor camino”.
Encasillar, definir una enfermedad a partir de las limitaciones, quita toda posibilidad de apertura a la experiencia.


Las personas con aparentes dificultades, como los llamados autistas, se expresan a través del dibujo, de la pintura. No se procura trasmitir técnicas, que manejen colores, etc., sino que estén bien con algo, que lo disfruten.


No siente que esté haciendo una “obra de bien”, tal como sería realizar una caridad, se trata de un trabajo. “No me defino –haciendo el bien- sino que realizo un trabajo dignificante posible, primero para mí pues –tiro la primera piedra- y luego para el otro; que la pasa bien estando –parado-”
“Soy muy respetuoso del trabajo de otro y del propio también, pues la tarea de por sí, dignifica”.
No le interesa la crítica; se puede dar una opinión; pero no está de acuerdo con lo que hacen los críticos ya sea de arte o de cualquier tema.

 

Y vemos esas imágenes con el rostro generalmente erguido, como mirando el cielo… como queriendo expresar esa dignidad propia de ser que nos trasmite toda la obra de este hombre simple y a la vez genial.

Nota: Pero es preciso advertir que la escultura posee dos luces: la propia, la que el mismo escultor procura al trabajar los planos del volumen, con sus salientes y entrantes, y la del foco luminoso que la alumbra.
Podemos, pues, percibir conjuntamente un foco luminoso, el claroscuro de la escultura y las sombras que emiten los volúmenes más allá de la figura; por lo que la luz resulta un factor de importancia fundamental.
“El tamaño, el peso y la proporción son aspectos fundamentales de la pieza escultórica
Con todo, el verdadero núcleo de la cuestión es la proporción, cualquiera que sea el tamaño de la obra.”
“Es natural que el hombre se haya preocupado por saber cómo es su cuerpo a la hora de representarlo artísticamente. El cuerpo masculino aparece vinculado a la línea recta y al cubo, mientras que el cuerpo femenino
deriva de las formas cilíndricas y globulares.”
“Movimiento y reposo son polos de la vida y de la imaginación que se reflejan en el arte. La actitud de reposo en la escultura exige un comportamiento contemplativo por parte del espectador. El reposo es aliado
de lo sobrenatural, es una manera de imponer la idea de superioridad. La figura permanece fija, imperturbable, como si estuviera poseída de su dominio. El eco psicológico de esta actitud se percibe en las relaciones
humanas: una persona seria e inmóvil parece inaccesible… Pero el movimiento se abre paso en la escultura de muchas maneras y por diversos motivos. Desde el punto de vista religioso, el movimiento se hace necesario
para evocar la fuerza del universo, la energía vital, el principio de la destrucción, la ley del cambio. El movimiento se justifica por el contenido…”

www.almendron.com Miguel Moliné Escalona. Zaragoza, Aragón (España)

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