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"Juego de manos"

 

Entrevista con el saxofonista GABRIEL ARNALDO ENGELLAND

 

Apenas comencé la entrevista con este joven (25 años) y contemplé
su mirada transparente, le pregunté si a sus creaciones musicales (es intérprete, pero fundamentalmente compositor) hubiera que ponerles un título, cuál le pondría...
No supo responderme, pero atiné a decirle : "¿Niño?" y con extraordinaria seguridad asintió afirmativamente.

Estamos tratando con un papá, que no titubea en hacernos sentir su creación "Juego de manos" en la cual, como telón de fondo, puede oirse balbucear al pequeño que dialoga con su creación.

Y sin embargo, el artista tiene la más formal de las presentaciones: "Comenzó sus estudios en el año 1995 con el profesor Marcelo Seguí y continuó en el conservatorio provincial de música Félix T. Garzón (Córdoba -Argentina) con el profesor Guillermo Rebosolan."
Participó en diversos grupos folclóricos con el objeto de difundir entre el público joven la cultura Argentina y obtuvo numerosos premios... y en septiembre de 2005 ,junto al Cuarteto de Saxos que integra, resultaron ganadores del 2º premio en la categoría música de cámara, 8º Concurso Bienal Juvenil.
En abril del 2006 realiza el Concurso Final de 7º año para recibirse de “Profesor de Saxofón”, con la máxima calificación.

"Cuando tuve que responder acerca de quién soy (para este artículo), lo primero que hice fue repiquetear la pregunta a mi hijo que expresó, casi sin pensar -sos mi papá- luego le pregunté a mi mujer y me respondió -sos mi amor-.

¿Quién soy en realidad?

Soy padre, soy hijo, soy amor y soy egoísmo; cada hombre es un universo difícil de explicar y de entender. Mi universo está integrado por diferentes amores: mis seres queridos, el arte y el mundo que me rodea, son todos esos amores los que me convierten en lo que soy.

Cuando creo música trato de expresar y compartir sentimientos y emociones, trato de compartir lo que soy.
La música es un poderoso lenguaje de comunicación, estos sentimientos son difíciles de rotular (el arte es
difícil de rotular) puedo estar tan cerca de la música de cámara contemporánea como de la música tradicional andina o de las polirrítmias(*) africanas, cuando uno expresa sentimientos íntimos las definiciones pasan
a ser una mera formalidad y la música habla por sí misma.
Hoy me dedico a disfrutar de todos los desafíos que me presenta la vida.
Cada día es un desafío, cada trabajo, cada nueva obra, cada tristeza, el desafío es seguir caminando,
el desafío es ser feliz.
"

"En mi niñez y casi como un juego comencé a tocar aerófonos andinos (Quenas, sikus, picullos y todo aquel
que tuviera oportunidad de conseguir) acercándome así a los ritmos autóctonos del altiplano.

A los quince años comencé mis estudios de saxo en el Conservatorio y luego, paralelamente, incursioné en
el jazz. Fue recién a los veinte cuando comencé a sentir la música de una manera diferente:

Llegaron a mis manos material de artistas brasileros como Carlos Jobim (bossa nova). Y músicos del jazz contemporáneo como Dave Holland o Hermeto Pascoal que despertaron en mí gran interés
por la improvisación y los ritmos populares de raíces africanas en su mayoría.

Es aquí cuando mis interpretaciones y creaciones comienzan a tener cierto grado de madurez.

Ya en los últimos años del conservatorio conocí la música de cámara contemporánea, descubriendo un lenguaje
que me era desconocido hasta el momento: Principalmente trabajando con imágenes se libera de ataduras
y explota todas las posibilidades sonoras del instrumento.

A la hora de componer, la selección de elementos musicales no se da
por mero capricho: Elijo aquellos timbres y rítmicas que me son representativas.
Mi música es el reflejo de lo que soy y soy el producto de experiencias pasadas, fracasos y aciertos, imágenes latentes, amores vividos
y expectativas de lo que anhelo lograr.
Soy un ser dinámico en constante transformación y búsqueda.
Me considero como un trabajador de la expresión y por ello mis
búsquedas de inspiración toman distintas fuentes, la pintura, la literatura, el cine como ideas generadoras de obras.

A esta altura no estoy cómodo en encasillamientos o títulos;
así como el agua es un sola; ya esté en el mar, en las pequeñas gotas de lluvia o en vaso inmóvil sobre una mesa, la música también es una sola y cada individuo la vive de una manera diferente.

La música que yo muestro es la que habita y late en mi interior; con sus falencias, grandeza, humildades y arrogancia; sólo espero que alguien pueda disfrutar de ella, tanto como yo.

(*)polirritmias significa "muchos ritmos"; se le llama a la superposición de distintos ritmos

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