Lo que fue, lo que es y lo que será...
La historia de Giovanna
Unquillo, Sierras de Córdoba, Argentina.
os…vienen a
miia recuerdos que quedaron grabados en mi mente.
Mis queridos padres ….sin saber leer ni escribir… tuvieron el afán
de progresar inculcándonos a nosotros, sus cuatros hijos, el mismo afán,
que fue el faro que guió siemnuestras vidas.
Somos cuatro hermanos, totalmente con ideas y actitudes
diferentes… la que dio más trabajo he sido yo.
De niña era muy soñadora… y por lógica tenía
que aceptar más de una vez, la realidad…
Mis padres Italianos llegaron a nuestra Argentina con lo puesto.
El tremendo dolor de mi madre, sabiendo que no había regreso a
su querida Italia, separarse de sus padres y hermanos; el llanto de todos,
dejó huellas muy profundas en su manera de sentir.-------------
En lo años 20 (del
siglo pasado) eran muchos los inmigrantes que llegaban a la Argentina
con ansias de progreso.
La guerra del 14 dejó heridas en al alma de todos los que vivieron la agonía de matar para sobrevivir. Vivíamos en un barrio con pocas casas… se ayudaban mutuamente para una vida muy dura, apenas para comer pero se ingeniaban para sobrevivir. Con la pensión de guerra, mi padre
compró su terreno, con vecinos Italianos que habían llegado
antes.… mientras, vivían en el famoso conventillo, una pieza
y el baño compartido. |
Siempre tuve problemas de salud…. pero el
sufrimiento termina en gratitud…. ¿cómo?
De la oscuridad viene la luz, y a la vez avanzas iluminándote toda, agradeciendo
a Dios vivir para ser felices.
Hace años me quejaba de mis dolores … Una vez, una amiga me dijo:
“se nota en tu rostro que estás de verdad muy mal”, regresé
a casa pensando.
¿Porqué debo quejarme si no tiene solución? A los pocos
días nos volvimos a ver, realmente me sentía muy mal….
Ella quería saber si había mejorado y respondí: “sí,
gracias a Dios muy bien”… y me contestó… “sí,
realmente se te nota en el rostro… estás radiante”
Mentir es malo… pero quejarse y transmitir a las personas amadas que compartan
el dolor es egoísmo.
Por entonces, nos alimentábamos
con muchas verduras de nuestra pequeña huerta y pan que hacía
mi madre; le agregaba ajo y aceite… era más gustoso y quedábamos
satisfechos...
Hacía conserva con los tomates de la quinta para el invierno… Teníamos gallinas… un duraznero… una higuera y techo propio... Mi niñez fue hermosa… inocencia más sueños… se mezclaban y daban resultados positivos; no para mis hermanas que se quejaban de la pobreza, la falta de juguetes, el frío y la tristeza de mi madre que no podía satisfacer nuestros necesidades mínimas. Un recuerdo: mis hermanas tomaron su primera
comunión con el delantal que iban a la escuela, sacarse |
Pasaban los años, deseaba estudiar, pero
era imposible, me necesitaban en casa para ayudar a mi madre en
sus trabajos de costurera; no bajé los brazos y por decisión mía
me planté a ellos y pedí me dejaran estudiar de noche… mi
padre muy enfermo no se opuso, lo logré sin gastar un peso y durmiendo
poco.
Falleció mi padre querido a los 49 años… Por entonces, mis
hermanas casadas y con hijos no podían
ayudarnos económicamente…
De mi parte, tenía aspiraciones…. deseaba progresar… Tuve
amistades de otro nivel social y cultural… me prestaban sus libros de
poesías... mis favoritos eran Alfonsina Storni. Rubén Darío
, Amado Nervo y Leopoldo Lugones … la poesía que quedó en
mi alma fue “Setenta balcones y ninguna flor”.
Con el correr de los años conocí la casa del poeta en el barrio
de Caballito… temblaba de emoción.
También tuve la responsabilidad de cuidar a mi hermano menor… hacerlo
estudiar, cuidar de sus amiguitos… de su salud.
ÉL Tenía problemas…
siempre resfriado y con anginas, lo llevé por mi cuenta al Especialista
en garganta… me preguntó ¿ “Qué edad
tienes” ? .. “16 años" Doctor:¿tienes padres?
"Sí… "
"Hay que operarlo urgente”, teníamos seguro de salud de la Compañía de luz donde mi padre trabajaba… pero el problema es que ellos no aceptaban operaciones…. tenía grabado en mi mente, que a causa de las infecciones de garganta se enfermaron mis riñones… hasta que fui mayor de edad y por mi cuenta lo hice… sufrí horrores , en aquel tiempo la anestesia era muy mala ...¿ Qué hice? …pedí permiso para llevarlo al. Zoológico… mi hermanito contento… cuando estábamos por entrar al Consultorio, le dije la verdad con una serenidad asombrosa… sin pensar lo que sería la vuelta a casa. El Dr. Maurette nos llevó con su coche de la pena que le dio mi responsabilidad y la ignorancia de ellos. Llegamos … mi hermano sangrando… mi padre creyó que tuvimos un accidente .., nos miró con una mirada de sorpresa .. Sabía lo que me iba a ocurrir… la mirada dura de mi padre no me hizo temblar… por el contrario … me sentía responsable del futuro de mi hermano, que después de la operación no tuvo más problemas. Con el respeto que se les tenía a los señores “Doctores” aceptaron “mi locura” . Mi padre había vivido su experiencia en la guerra, fue soldado a los 18 años… perdió un ojo y se lo arrancaron sin anestesia… sólo una bebida fuerte. |
Se casó en Italia a los 19 años
con mi madre de 14…. ¡Qué crueldad!…. Ella
era una niña inocente… pero en aquel entonces los casamientos
eran tramitados por los padres y de acuerdo a la dote de los padres
de la novia se resolvía el “contrato”.
La pobreza hace que te defiendas como puedas. Teníamos uno vecinos “ricos” y adoraban a los niños, porque no pudieron tenerlos. La Sra., Tiodosa me miraba con mucha ternura hasta que un día le dijo a mi madre si yo podía hacerle compañía … aceptó sabiendo que tendría comida en abundancia... Me casé muy joven… 19 años y la alegría de tener dos hijas. Mi situación económica brillante, hizo que mi madre y hermano pudieran vivir una vida con comodidades… y ayudar a mis hermanas. Pude seguir estudiando de casada…
ir a conciertos… viajar… ESTAR SENTADA EN EL TEATRO COLÓN
escuchando a Marisa Regules, los hermanos Iturbi , etc., agradeciendo
a Dios CADA MINUTO de mi vida. |
Con el correr de los años puedo decir que soñar es hermoso; mucho de esos sueños se hicieron realidad. Aprendí a convivir con la enfermedad
como amiga… saber disfrutar de las pequeñas cosas, aprendiendo,
estudiando, regalando parte de mis horas a quien las necesite. |
Estos recuerdos los comparto
con ustedes diciendo: Se puede llegar a la cima de la montaña,
sin correr, respetando lo que te rodea. Un día me propuse: Poner tierra fértil
en mi corazón…. plantar semillas de amor… alegrías….
esperanza… confianza…generosidad…… paz….esfuerzo….
decidir lo justo…humildad… |
Mis reflexiones: E-mail : juanabarbara31@gmail.com |