|
Carta al Cielo
¿Sabes? Mientras te recordaba, me acordaba
de aquella oportunidad cuando, al partir de casa, me dijiste que Y tenías razón Má, porque
luego que depositaste un beso en mi frente, nos abrazamos y lloramos Eso sucedió hace muchos años.
|
¿Pero sabes Má?
|
¿Y sabes Má?
Otra vez tenías razón... Porque en estos momentos viene a mi mente
uno de aquellos momentos y ya empiezo a sonreír.
Recuerdo cuando de niños nos llevaste a conocer
los pagos de nuestros abuelos.
Y en aquel maravilloso valle, sembrado de pintorescas viviendas blancas en medio
de inmensos prados esmeraldinos;
todas las tardes, luego de merendar, tomabas nuestras manos y nos llevabas al
bosque, donde nos invitabas a jugar a las escondidas.
Y tú hiciste de ese juego, algo maravilloso,
algo mágico.
Sucedió hace muchos años, lo sé, pero lo recuerdo como
si fuera hoy y, debo confesarlo, todavía me maravillo.
Dime Má ¿Cómo lo hacías? ¿Cómo lo
haces? Dime cómo entre sonrisas y miradas pícaras escondías
tu menudo cuerpo
entre los árboles y desaparecías.
Sí, desaparecías. Porque era inútil buscarte, nunca te
encontrábamos.
Recuerdo que a veces pasaban horas de horas para que finalmente nos sorprendieras
apareciendo tras el árbol menos esperado.
Pero ahora Má, empezaste el juego sin nosotros
y te escondiste en la alborada de una mañana de Setiembre pero,
nos enteramos que, en esta ocasión en vez de ocultarte sonriendo, tu
carita lucía triste, muy triste.
Por favor Mamá Corina no demores tanto en aparecer: tus hijos Octavio,
Luis, Juan, Francisco y Roberto,
con la misma confusión y esperanza de los niños de entonces, te
estamos esperando y todos estamos tristes, muy tristes...
José Octavio Huachani Sánchez
Periodista / Escritor peruano
Teléfono Móvil 992 965 352
. . .