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ACOMPAÑANDO A MI AMIGO.

 

Autor: Carlos Quaglia (Brasil)


HACIA ABAJO Y HACIA ARRIBA...


HACIA ABAJO:

 

 

Mi amigo caminaba tranquilo ese atardecer, rumbo a su casa, después de un día lleno.

Un inadvertido temblor se produjo bajo sus pies. Mi amigo lo registró y continuó caminando.

(--- me acuerdo ahora de una leyenda, que cuenta que hace muchísimo tiempo, incontables milenios atrás, unos monstruos pavorosos
asolaron la superficie de la Tierra y pusieron en peligro la sobrevivencia de la especie humana.
Cuenta la leyenda, que unos caballeros, auto elegidos en nombre de algún dios, se propusieron banirlos y los encerraron en las profundidades
abismales de la tierra.
Nadie supo como lo habían logrado, pues nunca más fueron vistos, ni los monstruos, ni los caballeros, así como tampoco se sabía de donde esos
seres monstruosos habían salido... Sin embargo, cuenta la leyenda, algunos juraron que los habían visto salir de abajo: agujeros, cavernas subterráneas, lagos oscuros; siempre de abajo; y, nadie afirmó nunca que los había visto caer del cielo; salir de arriba---).


Ajeno a esta leyenda, mi amigo continuó su camino.

Una extraña agitación embargó su ánimo; entre el miedo y el desafío ansioso.

Comenzó a caminar más rápido y mirar hacia el piso... Descubrió así una alcantarilla, tal vez red eléctrica, gas, o alguna otra cosa.

Impulsivamente, mi amigo se agachó y levantó la tapa. Abajo estaba oscuro y sólo se vislumbraba una escalera vertical...; comenzó a bajar
por ella....

Sintió en su piel y nariz, una humedad fría, pavorosa y visceral, pero continuó bajando....


Estaba muy oscuro; así es que lo perdí de vista y nunca más lo vi. Fue alternando, quien sabe, entre los monstruos y los caballeros.


Y HACIA ARRIBA:

Iba mi amigo, ese fin de semana, subiendo el sendero de la montaña, motivado y expectante....; forzando un poco la respiración y la
atención, sintiendo que sus percepciones estaban más luminosas.

Y así iba mi amigo, en el instante en que sintió el golpe fulminante en la cabeza y la voz poderosa:

“Adonde vas, irresponsable! Estás queriendo entrar en mis dominios, en mi mundo exclusivo...”


Cuando quiso mirar, la luz lo cegó y fue obligado a desviar la mirada, mientras trataba de recuperarse del impacto...

El sonido de unos pájaros habituales lo ayudó a volver a sí mismo; pero la luz impenetrable continuaba allí...

Y la voz de trueno: “si estabas buscándome, ya me encontraste. Nada más tengo para vos. Ahora ándate; éste no es tu tiempo
ni tu espacio”.

Mi amigo, insistente, respondió balbucearte: “me voy, sí; pero no es justo: después de tanto esfuerzo, sólo me has mostrado tu fuerza;
y no tu bondad y tu sabiduría...”.

Y la voz: “no se si sabés de qué estás hablando, pero te diré por último: no tenés recipiente para recibir la bondad y la sabiduría.
Vos forzás; siempre estás forzando; es por eso que pudiste ver la Fuerza... Te mostraré la Bondad y la Sabiduría cuando, además de
forzar, ames y sepas... Ahora, andate”.

Cuando la poderosa voz calló y la enceguece dorada luz apagó, mi amigo agradeció y continuó subiendo.

Comprendía secretamente que no habían llegado aún su tiempo y espacio. Pero, llegarían...


. . .

La musicalización de esta página es una gentileza de Péter Bustamante y su piano mágico: Tema, "Amor perdido”.

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