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MAIPÚ

 

Autor: Iván Aarón. (Chile)

 

Tras el desastre sufrido en Rancagua el 2 de Octubre de 1814, las tropas chilenas cruzaron la cordillera y fueron a rehacerse a Mendoza,

donde se organizó el Ejército Libertador, integrado por argentinos y chilenos, que volvió a Chile en 1817.



Vinieron de Mendoza, los argentinos

Los chilenos con ellos, tomando vino

Juntos soñando glorias, en la batalla

Y alguna moza linda, donde la haya.


El 12 de Febrero de 1817, tras vencer a las tropas españolas en Chacabuco, al norte de Santiago, los patriotas entran a la capital y los

españoles se van más al sur. Pasado casi catorce meses los iberos están de regreso en Maipú; valle cercado por colinas, a las puertas de

Santiago, para reconquistar la capital. Se lleva a efecto entonces, el 5 de Abril de 1818, la Batalla de Maipú.

 

Entre cerros y el valle, dura reyerta

Pelean los argentinos por la siniestra

Chilenos de a caballo bajan la cuesta

Y atacan a los godos justo en su diestra

 

Unos cuatro mil soldados realistas enfrentaron a unos seis mil patriotas chilenos y argentinos. La batalla se decidió con la carga

de los ‘Granaderos a Caballo’, regimiento formado por San Martín y por los jinetes de Santiago Bueras, un coronel nacido

en el campo chileno, apodado por ello “El huaso”, que entraba en combate con dos sables “al por si acaso” como él decía,

porque en una batalla por la independencia su sable se había roto.

Con dos sables pelea, al “por si acaso”

El coronel Santiago, llamado “El Huaso”

Al galope lo siguen, no van al paso,

Sus briosos centauros, la lanza al brazo

La lanza al brazo sí, quien lo diría

Que el Huaso Bueras muere en aquel día

Muere el Coronel Bueras en los campos sagrados de Maipú, cuando desde Santiago salía Bernardo O’Higgins que herido,

desoyendo los consejos de su médico, y escoltado por los “Cien Águilas”, los cadetes de la Escuela Militar,

va a sumarse al ejército a su mando.


Desde Santiago viene

Cabalgando el General

Que, aunque herido en batalla,

A Maipú quiere llegar

Y en los llanos maipinos saluda a San Martín.

 

— “Gloria al libertador de Chile”. — Le dice y le abraza.

— “General”. — Responde el que un día naciera en Yapeyú.

— “La patria nunca olvidará al soldado que herido llega al campo de batalla”.


Y juran levantar allí un templo a la Virgen del Carmen, Patrona del Ejército de Chile.

Suaves brisas de paz cruzan hoy los llanos de Maipú, poblados de recuerdos de aquellos bravos que vencieron a los

vencedores de Bailén.

Así fue como se selló el destino de esta patria libre y soberana.

Reservados los derechos de autor.

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