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"CAUTIVANDO MOMENTOS"

 

 

Autor: Alejandra Oviedo (Argentina)

 

 

¡Nuevo!Puedes volar como un pájaro suelto

Se levantó como de costumbre, era un acto rutinario con algo de hastío. Lavó el rostro y observó en el espejo los mismos ojos de angustia de días atrás...de años atrás. Desayunó algunas frutas y se colocó el traje que había preparado su mujer para ir a la oficina.

Se sentía cansado, abatido como ayer. Ese eterno cansancio que lo perseguía desde años hacía que su cuerpo pidiera socorro igual que la mente que suplicaba tenazmente descanso, paz, armonía...
Besó a los niños que dormían angelicalmente y dejó el hogar...

Con pasos forzados como si estuviera en un desierto caminaba sin ver el horizonte.

Todo era aridez, desolación, desánimo.

Poseía una carga que semejaba a una gran piedra por su peso y era la bendita compañera de su existencia. Contenía todos los sucesos buenos y todos los sucesos malos del pasado...aquéllos del cual estaba aferrado porque creía que le daban seguridad.

No había tenido una vida grata y esa ingratitud lo llenaba de culpas sintiéndose víctima de hechos y personas que habían sellado su corazón para siempre en el desamor.

Todo era lo mismo de lo mismo y la nada reposaba gustosamente apoderada del reino que le había permitido vivir.

Sumado al peso de la piedra de las cargas del pasado, el futuro y su incertidumbre duplicaba la piedra semejando a una montaña. La misma lo cegaba, no le permitía sentir, expresar sus emociones y lo que es peor aún, se había olvidado de lo que es amar.

Como las constelaciones que desgarran el cielo de noche surgían los deseos y esa impotencia devastadora de desear por desear ya que sabía muy bien que jamás tomaría una decisión para aplacar su sed.
Pasado, futuro, gratitudes e ingratitudes que lo esclavizaban, rencores, incapacidad de olvidar, de amar... de vivir...

¿Y el presente?, no existía, yacía borrado por un cuchillo que llagaba cada vez más profundamente su ser.

¿Y la felicidad?, suponía que era una palabra incierta como la apatía propia de la vida.

Demostraba en su entorno gran capacidad profesional ¿para qué o por que demostrarlo?... quizás para aparentar ser un ganador a sabiendas que era un perdedor irremediable.

El cansancio y la insatisfacción lo condenaban a vivir en la cárcel del desgano.

Bendito corazón; ese corazón vacío, incapaz de dar y recibir.
Bendita vida esa vida sutil colmada de apariencias y carente de sabia.
Benditos los deseos desmembrados por no ser capaz de tomar decisiones.

¿Es tan difícil despojarse del pasado y tomar vuelo como un ave suelta que hace sonreír al cielo?... es cuestión de proponérselo aún con errores, aún pecando, aún perdiendo porque serán errores nuevos con nuevos aprendizajes, porque serán pecados nuevos y siempre tenemos oportunidad de arrepentirnos y serán pérdidas nuevas capaces de ilustrar sensaciones olvidadas.

¿Es tan difícil creer en las personas y amarlas saciando la sed con la actitud de saber dar y saber recibir? Si crees en ti y te amas, creerás y amarás.

¿Resulta tan difícil dejar de aparentar y mostrarse auténtico, fresco, genuino?... el día que dejes el temor de ser rechazado nacerá la persona que está pidiendo a gritos ver la luz.

¿Resulta tan difícil estructurar un futuro de incertidumbres?... cuando seas conciente de que existe el presente y te espera cada día para ser feliz porque es tu obligación serlo, cuando seas conciente de que ese presente debes vivirlo en plenitud, porque te da tanto y demanda tus dones extraordinarios... la incertidumbre se desvanecerá....

Decide hoy si quieres vivir en la aridez con pesos fantasmales o volar como un pájaro suelto haciendo piruetas para que el cielo sonría junto a él.

Date permiso de amar profundamente y... quizás hasta puedas hacer el amor en la playa con tu señora o una amante perdida en el espacio....

 

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La flor silvestre de color azul...


Siempre sentí gran debilidad por las flores azules, quizás, me hagan recordar a aquellas diminutas silvestres; desnudas y sencillas, pero con una hermosura inigualable.
En mi imaginación mas extrema yace la idea de que ellas viven para adorar al sol reluciendo el paisaje.
Nacen y crecen al desamparo de toda tempestad, pero son fuertes...sobreviven ingeniosamente. Nadie las cuida, nadie las observa, por eso quizás, dejan un acento de humildad inconfundible.
Se entregan a la naturaleza porque de ella vienen con una fidelidad propia de los sabios.
Hay muchas personas semejantes a las flores silvestres y azules. Son aquellas que por su simplicidad y dignidad nos iluminan porque así es su alma ... sublime y pura.
Saben de la vida sin tener la necesidad de acudir a la lectura ya que poseen la ciencia del espíritu.
Brindan paz, serenidad y se entregan...
De esos seres se aprende considerablemente y te cautivan con el solo hecho de existir. Irremediablemente los quieres ¿Cómo no querer a alguien noble, calmo y digno que te da todo sin pedir nada a cambio?...
Pero como a las flores, no hay que retenerlos porque ellos nacieron para iluminar sin olvidar las raíces que los mantienen vivos.
Tuve la suerte en mi vida de observar a las florecillas silvestres de color azul y encontrar en el camino a personas que se parecen a ellas...
A esas personas las quiero demasiado teniendo en cuenta que su emblema es la libertad y que de deben a sus raíces.

Alejandra Oviedo

http://alejandraoviedo.com.ar/

 

 

Alejandra Oviedo, habitante de justiniano Posse, Provincia de Córdoba, Argentina.
Es Profesora para la Enseñanza Primaria y Profesora para la Enseñanza Preescolar.
Se desempeña como Maestra de Grado Titular en una Escuela Rural.
Delegada escolar de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba.
Escritora.
Dueña de la web http://alejandraoviedo.com.ar/.
Sus poemas están en páginas web y antologías a nivel mundial, y colabora con revistas y boletines digitales en cultura y psicología.
Concejal electa de Justiniano Posse
Disertante de congresos en cultura y poesía.


 

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* La musicalización de este espacio es una gentileza del Maestro Péter Bustamante, con el tema "Nosotros".