Dos hombres...
Dos hombres en mi mirada,
bajo la piel. |
Luego, ilusiones sin sentido.
Ilusiones que necesité, para seguir creyendo
que amaba... |
Sólo, dos hombres,
en mi plegaria nocturna. |
Ambos me amaron en su momento, ¡sí!.
Aunque bien pudieran negarlo, ahora.
Ahora que es tarde para la vida.
Ahora que nunca ya volví a verles.
...Sé que están en algún lugar...
Sé que mi mirada volvería a perderse,
en el fondo de las suyas. |
...Si los encontrara...
¿Con cuál de ellos, hoy podría quedarme?
...Bien sabes, que sólo es contigo...
Amor de mis amores,
...nunca olvidado... |
...nunca perdido... |
El otro..., se quedó enredado,
entre los años juveniles. |
¡Ya se fue...!
En cambio tú,
...imposible de besos...
¡Toda ternura!
Cuántas tardes uno frente al otro.
Desacuerdos obstinados y también,
palabras dulces.
Llamadas y silencios.
Canciones y poemas.
Si supieras, cuánto de ti
|
Sólo fue amor del alma,
...inolvidable... |
Amor, en lo profundo de los sentidos,
que se ha quedado,
en todo lo que me rodea, ...recordándote... |
De dos hombres que amé,
me quedo con uno. |
No sabes que contigo, ¿o sí lo sabes...?
Entonces, tú también te conmueves,
al recordarme. |
¡Sí!...sé que cuando vengo a tu memoria,
más de una vez, una lágrima se desliza
por tu mejilla. |
otras, sonríes a solas, guardando tu secreto.
Si volvieras, sólo para decirme que aceptas.
Que aceptas que yo también, he sido
...tu gran amor... |
Quedarían conjugadas nuestras almas en el cielo,
enlazadas por primaveras y otoños, y
un crepúsculo azul,
...de despedida... |
Autor: Graciela María Casartelli
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